El proceso creativo a la hora de elaborar un logotipo depende mucho de cada diseñador, se suele utilizar el lápiz y papel para realizar los primeros apuntes, o incluso la tableta gráfica o ratón directamente. Sea cual sea la elección, hay un primer paso indiscutible que es la documentación y el boceto.
Personalmente suelo investigar la competencia para inspirarme en cuanto a tipografías, colores y formas, es importante estudiar el terreno en el que la empresa va a desenvolverse y en el que intentarás que su marca destaque y encaje a la perfección. Una vez he recopilado suficiente información empiezo a bocetar los primeros trazos, a veces en papel, otras directamente en el ordenador.
En este punto creo que es necesario hacer un inciso y explicar a los lectores profanos la diferencia entre logotipo, imagotipo, isotipo e Isologo.
Logotipo es la representación gráfica de una marca que se compone sólo de letras o tipografía. Por ejemplo Sony, FedEx, Coca Cola.
El imagotipo representa a la marca con un símbolo (elemento pictográfico) y un logotipo (texto) como pueden ser Vodafone, Spotify, Carrefour.
El símbolo o isotipo se representa solo con elemento gráfico, como la manzana de Apple, el rasgo de Nike, … Hablamos de isotipo cuando reconocemos la marca sin necesidad de acompañarla de ningún texto.
Y el Isologo unifica la imagen y la tipografía en un mismo elemento, indivisible, como Burguer King o UPS.
También puntualizar que generalmente se utiliza la expresión LOGO o LOGOTIPO para referirnos a la imagen gráfica de una empresa, por eso a veces lleva a confusión con el resto de nomenclatura. No es un error exactamente, es, como ya he mencionado, una forma de simplificar.
Dicho todo esto y siguiendo con el proceso, es al bocetar cuando voy decidiendo si utilizaré solo tipografía, símbolo o intentaré una combinación de ambos. No solo está el criterio profesional a tener en cuenta, a veces el cliente tiene muy clara su preferencia o ha dado unas sugerencias muy específicas que o bien son aplicables o bien hay que estudiar detalladamente las causas y la explicación para no hacerlo.
Otro punto muy importante a destacar, es que muchos clientes te piden «dos o tres» logos para elegir, como si nos saliesen de una chistera, sin tener en consideración que es un proceso en el que se estudia al detalle cada caso y se intenta aplicar el resultado que se estima más adecuado, no por ello dejando de hacer las modificaciones necesarias hasta llegar al resultado final satisfactorio para el cliente.
Personalmente siempre comento lo mismo, cuando alguien va a un sastre a que le hagan un traje a medida no le pide que le prepare dos o tres para elegir el que más le guste, confía en su sastre, le da indicaciones, elige telas, hace las pruebas necesarias y modifica lo que considere oportuno. Pues el proceso creativo es idéntico. Confía en el diseñador gráfico, ponte en sus manos, no cejará hasta conseguir el resultado satisfactorio, pero por favor, no sigáis poniendo en práctica esta costumbre de solicitar varias versiones «a ver cuál me gusta más».
El paso final es plasmarlo en el ordenador, ordenar las ideas, probar colores, tamaños, comprobar la facilidad de lectura, etc… Una vez decidido, se presenta al cliente con algunas aplicaciones para que vea su efecto general. No siempre se acierta a la primera, pero para eso están las revisiones y las puestas en común, para no descansar hasta que el resultado sea completamente satisfactorio.
He pensado en poner varios ejemplos diferentes, pero me he decidido por un logotipo que no salió a la luz porque era para un concurso al que finalmente no me presenté.
CONCURSO IDEAS LOGOTIPO: 800 Aniversario del Traslado de Betanzos.
Mi primera idea fue jugar con la cifra 800, intentando que apareciese alguna sugerencia de formas fluidas y combinarla con el reconocible rosetón de la Iglesia románica de Santa María de Azogue, una de las más representativas de Betanzos.
Os dejo los primeros apuntes, no esperéis la típica Moleskine ordenada y pulcra (y puro arte), en mi caso, una simple hoja la puedo llenar de garabatos apelotonados como dejarla a medias, casi en blanco, y «manchar» otra para coger perspectiva. Nada top, lo sé, muy de andar por casa, que es cómo me siento trabajando.
Descarté los rosetones porque me parecía un elemento demasiado obvio para formar los dos ceros, podría haber seguido por ahí – de hecho la idea ganadora así lo hizo- pero preferí insistir en otras formas, me iba decantando por unos rasgos más sutiles, livianos, e intenté representar el famoso Globo de Betanzos en el número 8.
Totalmente a mano alzada, bocetos sueltos para despertar la inspiración. Jugar solo con la cifra no me parecía suficiente así que intenté representar la fachada de la iglesia antes mencionada, muy sintetizada y sobre ella ese 800 envolvente, insinuado por los trazos sueltos, un recorrido que forma la cifra que bien podría ser la huella marcada en su ascenso por el conocido Globo.
Una vez recopilado todos los bocetos a lápiz, ya en el ordenador trazo las siluetas por separado. Acabo descartando las formas del globo dentro del 8 ya que solo con los mínimos rasgos pretendo simplificar al máximo esa figura insinuante de un recorrido invisible.
Decido fialmente componer el imagotipo con las dos formas y añadiéndole el texto correspondiente, creando finalmente una especie de sello conmemorativo. Este es el resultado final.
Espero que os haya gustado este ejemplo de proceso de trabajo, muy simplificado, eso tenedlo en cuenta, porque la inspiración no siempre llega en el momento oportuno, hay mucha labor de documentación que aquí no os muestro, muchos descartes, más bocetos, elección de tipografías (un mundo), colores y muchas horas de dedicación.
Mónica Martí – Diseñadora gráfica